25 de octubre de 2008

Un poema de Alfonsina Storni...

VOY A DORMIR
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,

una constelación, la que te guste,
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes.
Te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides. Gracias... ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.

18 de octubre de 2008

Un tango hermoso que canta Mónica Navarro

Nada  
José Dames / Horacio Sanguinetti

He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor
me detuvo el corazón.

Nada, nada queda en tu casa natal...
Sólo telarañas que teje el yuyal.
El rosal tampoco existe
y es seguro que se ha muerto al irte tú...
¡Todo es una cruz!
Nada, nada más que tristeza y quietud.
Nadie que me diga si vives aún...
¿Dónde estás, para decirte
que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?

Ya me alejo de tu casa
y me voy ya ni sé donde...
Sin querer te digo adiós
y hasta el eco de tu voz
de la nada me responde.
En la cruz de tu candado
por tu pena yo he rezado
y ha rodado en tu portón
una lágrima hecha flor
de mi pobre corazón.

16 de octubre de 2008

A mi juicio, uno de los mejores capítulos de "Rayuela" de Julio Cortázar

Capítulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

15 de octubre de 2008

"Despedida" de Jorge Luis Borges

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Una caricatura de Borges...




"Ausencia" de Jorge Luis Borges

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

"El espacio del encuentro" de Jorge Arbeleche


pero cuando quieren hablar las palabras se vuelven aire alado
intentan entonces otro lenguaje con la piel e inauguran las manos paisajes inéditos
quedan sumergidos en la secreta red de las caricias
su amor es jardín que crece mar ensanchándose en círculos concéntricos
se miran para comprobarse reales en la única realidad que admiten: la piel de uno entra en el otro se guardan uno dentro del otro se atesoran se sueñan se fundan uno al otro los dos cuerpos forman otro que es los dos y es ninguno cuerpo nuevo del encuentro alumbrando en la duración infinita del instante que sólo allí se nombra tres nombres responden a tres cuerpos un cuerpo solo para un solo nombre.

(de "La Casa de la Piedra Negra", 1983)

"El espacio de los amantes" de Jorge Arbeleche

Ellos han edificado su propia casa. Casa del aire. Casa del desnudo abierta al sueño. Han levantado su propio puente levadizo y en la más alta torre está su sitio donde el fuego se amiga con el agua y se confunde la noche con el día. Ellos son sus propios atalayas dispuestos a permanente guerra para defensa de sus altos muros. Muros que abrigan confidencias en la penumbra del silencio. Casa del secreto. Sin tiempo. No viene de antes. No mira a después. Dura. Y mientras dura crece. Y ha venido creciendo desde sus primeros cimientos. Imperceptible. Ni ellos mismos supieron que la construían. Y ahora van por la casa dejando caer las ropas y desplegando sábanas hacia la noche y ofreciendo vinos como si fueran sacrificios a nuevos dioses de una nueva tierra. Porque han debido construir su propia casa y tiempo y tierra. Y uno ha sido cada vez más el otro a medida que se sumaban las piedras a las piedras a medida que la presencia suplantaba a la ausencia. Cada uno es el tiempo del otro. Nacen cuando se miran. Y cuando se miran no buscan su reflejo sino esa parte de cada uno que permanece sumergida y sólo el otro puede hacer surgir.
(de La Casa de la Piedra Negra, 1983)